lunes, 7 de julio de 2014

¡Mi Muñeca Repollo!

¡Hola, hola, hola! ¡Amigüit@s Noverter@s!
Hoy vamos a darle el lugar que se merece a ¡mi Muñeca Repollo! Yo no sé si todo niño tuvo una, me temo que no, porque la que yo tengo me la trajo mi abuela de Estados Unidos -con su peto baquero, su cabeza de 2kg y su quiqui rubio-; así que probablemente en España no se comercializasen, pero creo recordar que más tarde sí tuvieron éxito (yo las veía de pequeña en el ToysRus, ahora no están a la venta). Hoy en día me recuerdan a la muñeca de fresa: aquí. Pero de lejos...

La muñeca repollo -de ambos sexos- ha sobrevivido por generaciones; su origen se remonta en los 80 por la empresa Coleco. Son importante porque se caracterizaron y se diferenciaron por sus cuerpos blandos y rechonchos (ombligo botón) y sus grandes cabezas de látex (nariz respingona, ojos despiertos, hoyuelos, boquita abierta); algunos presentan el pelo sintético y otros como si fuese de lana. 

Probablemente lo que más llamase la atención de ellas fuese su individualidad, no existían dos ejemplares exactamente iguales; ¡qué especiales eran! ¡Y eso no es todo! cada muñeca venía con un certificado de nacimiento y otro de adopción único que había sido firmado por su creador Xavier Roberts.

¡Ya sabes! Los bebés no los traen las cigüeñas sino que nacen en repollos ¡me meo! 
¿Tuviste la suerte de tener una?

Cabbage Patch Kids. Literalmente.

Nota media: 8'5


Parece que ya son artículos de colección. Los precios de algunos de estos muñecos están por las nubes; cuesta bastante encontrar buenas ofertas: por ejemplo aquí hay varios ejemplos, por si estás interesad@ en comprar o incluso vender la tuya (puedes sacarte un dinero).

miércoles, 2 de julio de 2014

¡Aprende a leer con Micho!

¡Aprende por sonidos!
¡Bueno, bueno, bueno! ¡Por favor, máquina del tiempo en 3...2...1! ¿¡Quién no tuvo en sus manos estos libros!? ¡Por Dios Bendito! (Si la respuesta es negativa ¡no conociste la felicidad!). ¡Micho, Micho! ¡El gatete... cuánto amor! (¿o era un zorro? porque según la imagen cualquiera diría que he vivido engañada, qué pedazo de rabo.)

Me acuerdo perfectamente de haberlo tenido en las manos y también de mi lento aprendizaje ¡paciencia conmigo! Bueno, ahora no sé dónde lo habrá metido mi madre, probablemente se lo haya dado a alguno de mis primos ¡Mundo cruel! ¡Es un tesoro amigüitos noventeros! ¡Un incunable! O sea, Micho es para los 80/90 lo que el código de Hammurabi fue para la antigua Babilonia... 

Personalmente desconozco con qué aprenden a leer los niños hoy en día, pero recomiendo ¡muy mucho! a los nuevos padres que se hagan con este libro: es eficaz, entrañable y precioso. Las letras se destacan en distintos colores, en una asociación letra-color, así cuando el niño no recuerda una letra en concreto, se acuerda del color ¡y voilà! Tiene mucho sentido, vamos, yo aún me acuerdo de algunos: la r rojo, la m verde, la l azul, la f amarillo, etc.

¡Qué prosa! ¡Ni Garcilaso dela Vega!
¿Te acuerdas de Micho? ¿Te ayudó en tus primeros pasos con las letras?

Nota media: 10.
Editorial Bruño, método de lectura castellana ¡Puedes encontrarlo en Amazon! Dale click aquí. Supongo que habrán variado algo el formato, pero la esencia tiene que estar :).

¡Mi gran amigo Gusy Luz!


Tenía que empezar por el principio... ¿Y qué nos encontramos al principio de los tiempos? La mayoría de nosotros guarda con especial cariño en sus corazones a ¡nuestro inseparable amigo GUSY LUZ! o Gusiluh para los amigos... (my best friend forever...¡Oh!) Qué buenos ratos hemos pasado a su lado, no podíamos irnos a la cama sin él, era obsesión/dependencia; el pobre tenía que estar pringadito de babas... Aquí nació nuestra religión: "Me podrán quitar la casa, pero el sueño que no me lo toquen".
¡Mírale qué guapo! A lo E.T.
¡Dame de tu amor!
¡Era y es! Un super juguete: nos transmitía una calma pasmosa (esa caída de parpados); con su cara brillante ¡no existía la oscuridad! Era como una especie de Gandalf el Blanco ¡igualito! 
Esa expresión afable, de soñolienta apacibilidad, ese cuerpo rechoncho y tierno. Es un gusano... entiéndeme, nariz no tiene, pero lo que sí tiene es gorro para dormir, vaya ser que se le enfríe la cabecita.

¿Tuviste la suerte de tenerlo? ¿Aún lo conservas?


Nota media: 10.

domingo, 29 de junio de 2014

"Todos tenemos un niño escondido dentro"

{"Todos tenemos un/a niño/a escondido/a dentro." Querid@s amigüit@s noventer@s, esta metáfora encierra una 'verdad-verdadera': porque darán igual los años que pasen, los problemas que se nos presenten en la vida ¡Ahí! ¡Ahí siempre habrá un niño mirándote con ojitos brillantes en la oscuridad de tu inconsciente! (miedo). Aquel niño inocente y risueño que comprobó en carnes la ley de la gravedad de Isaac Newton al caerse de la bici cuando alguien tuvo la grandísima idea de quitarle a ésta los ruedines... Aquel niño que engullía un phoskito cuando acababa algún ejercicio díficil del cuadernillo Rubio ¡Qué tiempos! ¡qué hambre!}
El saco de la Risa: tope feliz
¡No me digáis que no es salaó!

Quiero ser breve en esta entrada por ser la primera -siempre la más compleja-, y porque quiero meterme ya en el tema... La cuestión es que desde hace unos días se ha estado gestando en mi cabeza un conglomerado de ideas muy diversas, las cuales espero que vayan tomando forma y sentido a medida que avance con este proyecto. Dará para mucho según lo que tengo en mente.
Me considero una persona de espíritu joven, nací en los 90 por lo que hablaré de lo que conocí y vi de primera mano, sé que como yo muchos hemos disfrutado con las mismas cosas y habremos experimentado sensaciones parecidas. 
¡Nuestra década fue lo más! 

Los juguetes, las series, las películas, los programas y la música de la década de los 90 nos han acompañado desde que tenemos uso de razón. Estuvieron muy presentes en esa etapa de la vida tan relevante para un niño; es evidente su importancia en múltiples aspectos (cualquier entendido en la materia podría dar argumentos mucho más consistentes y científicos). No fueron meras distracciones. Por ejemplo, con ellos aprendimos a jugar bien, a compartir, a reír, a llorar, a odiar, a inventar, a socializar, a leer, a querer, etc. ¿Quién no encontró en su juguete favorito a un/a amigo/a? ¡Sí, como en Toy Story! (qué llorera con la tercera parte, madre mía). Y no sólo eso, sino que muchas veces estaban planteados con un fuerte carácter educativo-pedagógico.

Con este humilde blog pretendo despertar nuestra infancia dormida, movida por la preocupación de que ese niño no nos termine abandonando, muerto de aburrimiento; recuerda que él nunca lo haría (drama). Ya que ese niño grita y patalea por quedarse con nosotros hasta el fin de nuestros días... ¡hecatombe!
Pretendo que sea un espacio divertido, dinámico y cargado de sentimientos memorables. 
Nos vamos a poner nostálgicos, chicos ^-^

Imagen: ¡Me hace mucha gracia! Lo vi y tuve que ponerlo. En el parvulario llevaba este saquito para guardar el almuerzo. Creo que si le apretabas la nariz se echaba a reír.
¡En amazon puedes hacerte con él! Da click aquí, está tirado de precio.

Nota: No tengo conocimientos de educación infantil, ni nada parecido. Sólo escribiré desde mi experiencia y mis recuerdos, con los ojos de la niña que habita en mí.